Cuando los niños van al jardín de infantes o al colegio, empezarán a desarrollar cierto tipo de actividades y ejercicios que les ayudarán a “soltar la mano” y prepararse para la escritura; también en casa es posible ayudarles a reforzar un poco estos ejercicios, más aún si el pequeño no va al jardín todavía y se le tiene todo el día disponible para aprender y divertirse juntos.
Estos movimientos de la mano, que son difíciles de conseguir para los niños pequeños se llaman habilidades motrices finas; puede ayudarse al pequeño a mejorar su motricidad fina con diversos juegos y ejercicios manuales que realice con supervisión de un adulto. Es recomendable que se realicen tareas simples y no se involucren actividades con objetos pequeños o cortopunzantes en los primeros años, para evitar accidentes.
Hasta los tres años, es ideal realizar juegos con los dedos, pintar, amasar o construir, pero no es muy acertado realizar aún recortado de figuras, perforar ni utilizar objetos que pueda introducirse en la nariz o en la boca y asfixiarse. Algunas actividades que se sugieren para esta edad, pueden ser:
- Hacer que el niño trate de delinear el contorno de una figura grande, respetando los bordes.
- Jugar con lego u otras fichas de construcción que requieran hacer encajar piezas.
- Ensartar bolas de hicopor o tergopol pintadas de colores o pelotas de ping pong perforadas, en un cordón o cinta.
- Amasar plastilina o arcilla y moldear figuras; también esconder pequeños juguetes adentro de bolas de plastilina para que el niño las encuentre sacando pedazos de masa.
- Sacar cubos u otros objetos de diferentes formas del interior de una caja y luego volverlos a ordenar adentro.
- Hacer bolitas de papel o de algodón para que el niño las haga mover soplando por un pitillo, pajita o sorbete. Se puede hacer una carrera sobre la mesa o dibujar con tiza una pista para que la haga mover respetando los bordes.
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